Crònica de Juanan i Eli
Hace justo una semana a estas horas estábamos disfrutando de la mejor maratón del mundo. Ésta es nuestra crónica, una de las 43.741 que probablemente se hayan escrito...Espero no aburriros...Eli y Juanan
Que íbamos a una carrera especial ya nos quedó claro cuando el piloto antes de aterrizar nos deseó suerte a los maratonianos. Era miércoles y NY ya respiraba maratón por todos los lados. Muchísimos carteles en la calle, en las entradas al metro, en los edificios emblemáticos, o por ejemplo, todos los autobuses turísticos llevaban fotos de los corredores elite americanos. El jueves fuimos a la feria del corredor...simplemente espectacular, enorme, todo muy bien organizado para recoger el dorsal, el chip, la camiseta...y luego a ver los stands de las marcas. Estaban todas de gala. La organización puso un par de pantallas con el recorrido a alta velocidad para ver en unos 5’ las calles y el perfil.
INTERNATIONAL FRIENDSHIP RUN
El sábado ya empieza la fiesta, se prepara un recorrido de unos 8kms, de la sede de la ONU a la meta en Central Park. No es competitiva, se va al trote, muchos salen con banderas de su país. Martín Fiz llevaba la española junto a un grupo enorme de españoles, muchos andaluces, que han recibido el premio de participar en NY después de ser los mejores en las pruebas locales. Como es Halloween, muchos salen disfrazados, el ambiente festivo es espectacular. Es una auténtica .Tanto el sábado como el domingo la gente va a correr con camisetas que muestren de dónde vienes. Gracias a eso vas a recibir unos cuantos ánimos extra inesperados que te van a llevar en volandas unos buenos metros.
A partir de las 4 de la tarde empieza a llover, por la noche cae un auténtico aguacero...a ver qué nos encontramos mañana.
NYC MARATÓN, del infierno al cielo en un disparo.
EL INFIERNO...
A las 4:15 suena el despertador, todo lo teníamos preparado, comemos algo, muy poco, pero suficiente, repasamos una vez más la ropa, la de carrera, la que vamos a tirar y la que dejaremos en guardarropía. A las 5:00 estamos fuera, está lloviendo pero no tanto como a la hora de cenar, que nos hizo quedarnos en el hotel asustados por lo que podría pasar en la carrera. Cogemos el metro y podemos decir que hay dos grupos muy marcados, los que no han dormido y que llegan de fiesta disfrazados...y los maratonianos, que también vamos disfrazados y cargados de ilusión y en nuetro caso además con unos cartones para estirarnos....Llegamos a la estación del ferry, a la entrada una mujer va mirando los chips y ve que el clip de plástico del de Eli es azul y nos lo cambia diciendo que es defectuoso y que se podría despegar...impresionante la organización. El ferry se desvía para pasar por la estatua de la Libertad, llegamos sobre las 6:30 a Staten Island, está lloviendo. Nos “escondemos” dentro de la terminal para poder desayunar tranquilamente el yogur con cereales y una barrita. Son casi las 7 cuando salimos para coger uno de los muchísimos autobuses que nos lleva hasta la salida en Verrazzano. A las 7:20 bajamos y vemos una cola enorme de corredores hacia la entrada...empezamos a entender por qué nos dijeron que la zona de salida se parecía a un campo de refugiados. Cae una lluvia muy fina, casi ni molesta, y estamos rodeados de miles de atletas de todo el mundo, entre ellos Alberto Cova, italiano, campeón olímpico en Los Angeles 84, de 10.000 con 27’. Poco antes de las 8 ya estamos en la zona azul asignada, por el camino hemos atravesado una zona de césped y vamos con los pies mojados. Un poco de té, visita al lavabo y nos sentamos con los cartones en el suelo. Aquí aparecen otros españoles que nos haran más amena la espera, tres gallegos,(entre los que está José Antonio Paz, 2h25...casi nada!!)y José, de Casa Hidalgo en Sitges. Hay mucha humedad, algo de viento y una temperatura fresca, pero aceptable sobre 8 grados...decidimos empezar a calentar cuando de repente se oye un “last call” para corredores del primer turno...son las 8:50, y tenemos que entrar al corral. Nos deseamos suerte y Eli va para su zona C y yo entro a la A. Corral es la palabra que usa la organización, yo en castellano usaría la misma. Son apenas 50 metros cuadrados para muchos atletas. A las 9 quitan la separación y los demás corrales avanzan...casi atropellando para colocarse delante. Desde las 9 a las 9:40 hora de salida, de pie, sin estirar, sin calentar pero emocionados por lo que nos viene encima. Por suerte hay risas con otros españoles de Soria que están al lado y después con dos chicas Andaluzas que también se han ganado la plaza en las carreras de su tierra. Llega la hora, discursos, autoridades, alcalde, organizadores ,etc, dan paso a una mujer negra, policía, que canta a capela el himno americano, silencio absoluto, ¡cómo son estos americanos de patriotas! Última palabra, suena el cañonazo que marca el inicio e inmediatamente después el “New York,New York de Sinatra”. Se acabó el infierno.
BIENVENIDOS AL CIELO.
Pasamos la línea de salida y tomamos con calma Verrazzano, sube mucho, muchísimo si cuentas que sales de parado y de 40’quieto. La gente ha salido a tope. La vista desde el puente sobre Manhattan y sobre Brooklyn es espectacular, hace viento y frío, pero menos de lo que esperábamos. Son los únicos momentos “en silencio” de toda la carrera, después entrando a Brooklyn ya comienza el show y va a seguir así hasta la meta,...miles y miles y miles de espectadores a ambos lados nos van a acompañar con sus ánimos (The New York Times diría el Lunes que serían 2,5 millones de espectadores en las calles)...después de Brooklyn llega Queens, un enorme grupo de Gospel nos da la bienvenida (una de las 100 actuaciones de todo el recorrido), seguimos pasando kms y no paran de animar, sobre el km 5 pasamos a J.A.Garcia Bragado que va acompañando al marido de Maite Martinez, pasamos el km10 sobre 39’, aquí José Antonio se me va unos metros y en un par de kms ya dejo de verlo. El gemelo después de apoyar mal me manda un aviso, es demasiado pronto para quejarse y por un momento creo que no llego ni a la media maratón...la molestia seguirá todo el camino, pero no va a más. La carrera es un continuo de mini toboganes y un asfalto en muy mal estado. Llego a mitad de carrera pasando por el barrio judio...¿alguien les ha avisado de que hay una carrera? En sólo un par de calles pasas de un griterio ensordecedor a pensar que te has equivocado de camino...nadie te anima...en fin, llegamos a la mitad de carrera, milla 13 colocada a mitad de un puente que tiene un desnivel considerable, en la subida me quedo del grupito que iba pero vuelvo a enlazar bajando, hemos pasado sobre 1h22. Vamos camino del puente de Queensborough, éste es muy largo, el suelo es de reja metálica y aunque lo han cubierto de moqueta, se clava y llega a hacer daño en la planta del pie, vamos por el nivel inferior en medio del silencio. Si la entrada había sido pendiente la salida a Manhattan es casi en caida libre, salimos por un lateral para entrar en una curva que del griterio de la gente te hace emocionar, absolutamente ensordecedor, hemos llegado al km25 y casi no me he dado cuenta. Hasta el km 35 no volveré a mirar el reloj, el entusiasmo de la gente es suficiente para seguir, da igual el ritmo, creo que voy bien. Enfilamos la 1ª avenida y sobre el km27 veo de nuevo a José Antonio, me pongo a su nivel y seguiremos juntos creo que hasta el 35. Llevamos un ritmo muy bueno y vamos adelantando a grupitos. Otro puente más y entramos al Bronx, muchos niños en sus carteles nos dan las gracias por entrar a su barrio . Llegamos al último puente, volvemos a Manhattan. La 5ª avenida se hace larga pero seguimos a buen tren, sigo adelantando a mucha gente, y me pasan también dos españoles que llevan un ritmo muy superior al mío. A falta de 3millas comienzan, como siempre, los calambres, es justo el momento de entrar a Central Park, aquí pienso que no fue una buena idea pasear por el circuito el día de antes,...sabía las cuestas que me esperaban. A estas alturas de carrera, tenía la sensación de correr por la vía de una montaña rusa. Ves la milla 24, la 25, el cartel de última milla, el de último km...y al final ya ves tu meta,...apreto lo que puedo, que no es mucho y cruzo la meta. Miro el Garmin, dice 2:47:10 y 43,02kms,...todavía debe estar con el jet-lag el pobre. Quería bajar de 2h50, si las piernas hubieran aguantado mejor, llegué con mucha fuerza al final, por lo que creo que podría haber estado sobre 2h45, pero estoy contento, a falta de resultados oficiales me colocan el 271 de la general, mucho mejor de lo previsto. La anécdota llega al cruzar la meta, un corresponsal de La Vanguardia me hace unas cuantas preguntas, la sorpresa será el lunes cuando nos dicen que el diario lleva una foto en la que se ve perfectamente a Eli y en el texto aparece mi comentario. Muy emotivo el momento en que una legión de voluntarios te recibe aplaudiendo, te felicitan por ser finisher, y te cuelgan la medalla, te hacen un pasillo que te hace sentir un héroe, que está casi llorando, pero un héroe para ellos. Después de los 5 minutos que he estado parado con el periodista, las piernas han dicho basta, casi no puedo ni moverme. El calvario llega para ir a coger la bolsa, hay un camión cada 1000 corredores, empiezan por el 45.000, por lo que tengo que recorrer los 45 trailers para llegar al 2º, que es el mío. Contando el camión, el espacio que han ocupado con las bolsas ya ordenadas en el suelo y la distancia entre ellos, fácilmente nos vamos a 2kms de tortura para las piernas, no para la mente. Los conductores y los voluntarios estan todos delante de cada camión y siguen aplaudiendo y felicitándote. No puedes hacer otra cosa que sonreir y agradecerles a ellos sus aplausos. Después de recoger mi bolsa y cambiarme espero unos minutos a que llegue Eli, ella tenía más que dudas para bajar de 3h30. Yo había hecho los deberes y en 9 semanas había hecho 930kms, ella en el mismo periodo habrá corrido unos 250kms, sin series, y va y acaba en 3h21, sobre la posición 3300...si es que donde hay clase, hay clase y quien tuvo retuvo. Esta marca, puesta en un recorrido más rápido son bien bien 10 minutos menos.
Lo que vendría después fue impresionante, la vuelta al hotel era un continuo de gente, de desconocidos que se te acercaban estrechándote la mano, preguntándote de donde eras y soltando un Congratulations de admiración que te hacía emocionar a cada paso.
Probablemente no sea la mejor carrera para buscar marca, el recorrido duro, la logística para llegar a la salida, las 3 horas de espera en Staten Island, el no poder calentar y los 40’ de pie así lo indican...pero todo se olvida en cuanto empiezas a correr la que para nosotros ha demostrado ser la mejor carrera del mundo. Nosotros nos hemos prometido volver, a ti si te gusta correr, si te gusta disfrutar de un ambiente extraordinario, no te lo pienses, tienes que ir.
