diumenge, 12 de setembre del 2010



Triatlón por equipos, la fuerza del grupo

Por Xavier Ensenyat


Es una disciplina poco conocida hasta el momento, pero que sin duda dará mucho de qué hablar en los próximos años. Arueda.com quiso conocer de primera mano en Narbonne (Francia) esta joven modalidad que tanto fomenta el compañerismo y el espíritu de grupo.

En España sólo se realiza un triatlón por equipos, la Copa del Rey, que este año se ha celebrado en La Coruña, con el triunfo del Cidade de Lugo Fluvial, tanto en categoría masculina (con el liderazgo de Javier Gómez Noya) como femenina, ambos en distancia sprint. Sin embargo, el calendario español de triatlón tendrá que dar cabida en una futuro inmediato a estas espectaculares carreras ante la pujanza de este deporte y la necesidad de nuevos estímulos.

De hecho, Marisol Casado, presidenta de la ITU (Federación Internacional de Triatlón), está luchando para ubicar el triatlón por equipos mixto (combinación de hombres y mujeres) en el programa olímpico. No hay que confundir esta competición por equipos con el triatlón por relevos, sin duda otra modalidad excitante y divertida pero que no representa el espíritu del triatlón porque cada deportista realiza un solo segmento.

Todo esto sirve de preámbulo para relatar una bonita experiencia en el Half Ironman de Narbonne (Francia), encuadrado en el circuito galo de las O3 Series, donde este redactor de Arueda.com se desplazó el pasado fin de semana para tomar parte activa en el evento, 'infiltrado' en un equipo de cinco miembros (los equipos podían ser de hasta cinco integrantes, de los que un mínimo de tres debían llegar obligatoriamente juntos a meta). Mi club, el CE Picornell, era el único español presente en la competición y alineó hasta cuatro equipos diferentes. Esta modalidad que prioriza los valores del grupo comienza mucho antes del pistoletazo de salida porque conviene organizarse con tiempo, a poder ser algunas semanas antes de la prueba. En primer lugar es aconsejable escoger a unos compañeros con un nivel similar y, por supuesto, entrenar juntos las tres disciplinas para ensayar la formación en el agua, los relevos en la bici (¿cuánto duran? ¿quién puede tirar más?...) y el ritmo en la carrera a pie.

Uno para todos y todos para uno
El día D ya está aquí. Después de calentar, repasar las tácticas de equipo y ayudarnos a ajustar bien el neopreno (¿quién lo podrá hacer mejor que un compañero que busca el mismo fin común que tú?), nos zambullimos en un plácido Mar Mediterráneo nadando siempre en grupo. Un servidor es el peor nadador de los cinco, por lo que era consciente de que me tocaría sufrir más de la cuenta en el primer sector. Sin embargo, nos organizamos para que siempre pueda ir a pies de alguno de mis compañeros, mientras que otro se coloca en la cola para vigilar que no me quede rezagado. Incluso hubo un momento que me empujó los pies hacia la boya cuando hice intención de desviarme ligeramente. Y es que a diferencia de los triatlones individuales, donde está totalmente prohibido, puedes ayudar a tus colegas de muchas maneras. Como decía la célebre canción de los Beatles 'With a little help from my friends' (con una pequeña ayuda de mis amigos) completamos los 1.900 metros de la natación en 33 minutos, un registro récord para mí que no habría sido posible sin ellos. Sin embargo, no me libré de una caída tonta y cómica al empezar la segunda vuelta (había que salir del agua y volver a entrar), que provocó las risas del público concentrado en la orilla.

La bici constaba de tres vueltas a un circuito de 30km bastante rompepiernas, con zonas de viento molesto. Me gustó el ambiente de público, de los equipos participantes (también había formaciones femeninas y mixtas) que no dejaban de saludarnos y animarnos en español. ¿Tanto se nos ve que somos españoles pese a ir bien 'disfrazados' con mono, casco y gafas? Los relevos eran acompasados, aunque en la tercera vuelta algunos ya no tenían fuerzas para pasar con el aire en contra. Había que guardar energías para el exigente sector atlético, bajo un sol de justicia.


Sufrimiento compartido
Es curioso pero pocos equipos conservaban a sus cinco unidades en la carrera a pie (21 kilómetros). En algunos casos por pura estrategia (sacrificaron algunos 'ciclistas' que habían hecho la mayor parte del trabajo y ya no salieron a correr) o por puro desfallecimiento: es una proporción lógica que de cinco componentes, alguno entre en crisis y no pueda seguir la estela de los demás, por lo que opte por el abandono. De hecho, cuando un atleta queda rezagado es descalificado automáticamente.

En nuestro caso, empezamos a correr con ganas y buen humor, pero uno de los compañeros empezó a vomitar (lo hizo en más de una decena de ocasiones) tras ingerir el típico gel energético (es muy común en la larga distancia que muchos triatletas no lo toleren y sufran problemas digestivos). Como no habíamos venido a ganar y queríamos terminar los cinco, para nada era un problema bajar el ritmo e incluso andar en algunos tramos. Tampoco éramos los únicos en empujar literalmente a nuestro sufrido amigo hacia la meta, una imagen poco habitual en los deportes individuales. La llegada de todos los equipos es siempre apoteósica, con los miembros supervivientes cogidos de la mano. Un deporte individual convertido en esfuerzo colectivo. Sufrimiento, emociones y gloria compartidas para una nueva era del Triatlon.

Les fotos del triatló en aquest link ,