diumenge, 7 d’agost del 2011

Triatlo Pont de Suert 2011



Triatlón Olímpico de Pont de Suert, 10 de julio de 2011
Crónica de Carlos
Queridos compañeros,
La “culpa” de que esté escribiendo mi primera crónica de triatlón es de Ricard, que mientras recuperaba mi fracturada muñeca derecha el pasado septiembre me animó a probar el triatlón y de nuestro gurú Joan, compañero de rehabilitación. Entre sesiones de ultrasonidos, Compex, masajes, etc.. ambos me aseguraban que era gratificante y placentero castigar el cuerpo y la mente con interminables sesiones de entrenamiento multidisciplinar y, como soy fácilmente sugestionable, me dejé influenciar.
Después de algunas pruebas tamaño sprint (Duatlón de Calafell, Triatlón de Sitges, Aquatlón de Mataró y Triatlón de Blanes) y un par de meses entretenido con la fascia lata de la rodilla izquierda, me animasteis a participar en el triatlón de Pont de Suert y os lo tengo que agradecer porque ha sido una experiencia muy bonita.
Irene y yo nos desplazamos a Pont de Suert el viernes para aprovechar el fin de semana y el sábado por la mañana hicimos una ruta de senderismo de unas 3 horas hasta el pueblo abandonado de Montiberri (altamente recomendable). Por la tarde empezó la invasión de la población por parte del ejército picornelio, y sobre las seis salimos con la bici para revisar “suavemente” el itinerario en bici. Fue tan suave que perdí al grupo dos veces… Cena conjunta en el hotel Mestre, paseo romántico bajo las estrellas y a descansar para la prueba.
El domingo me levanté antes de las siete para desayunar con calma e intentar no olvidarme nada por el camino a los dos boxes: primero había que dejar el material de carrera a pie en el campo de fútbol, y luego bajar en bici al Náutico del pantano de Escaldes para empezar con la natación.
El box de Escaldes era un pelín caótico pero al final encontré mi número y la bosa de basura XXL donde tenía que depositar el material de natación para que fuera transportado al box de Pont de Suert. Veamos: gorro, gafas, neopreno, vaselina…. todo Ok, Irene ha conseguido llegar para hacer las fotos y tengo tiempo de calentar un poco.
Justo antes de la salida, un destacamento de picornelios tomamos posición a la izquierda de la zona central de salida para evitar en la medida de lo posible la lucha libre acuática inicial. Para amenizar la espera, un desconocido nos obsequió con un sonoro gargajo/pollo lanzado al agua, a lo que Jose(te) respondió algo como “Qué lástima no disponer de cubiertos…” Unas risas y al lío: 3, 2, 1… bocinazo y al agua!
En el tramo hacia la primera boya me desvié un poco hacia la izquierda. La idea era evitar neoprenos enemigos, pero creo que me pasé un poco. Después de la superarla cogí mi ritmo de natación, me sentía cómodo y me dediqué a disfrutar de la primera vuelta. Llegué a la orilla salí del agua y volví a entrar para iniciar la segunda vuelta, esta vez con poca gente a mi alrededor: subí ligeramente el ritmo y lo mantuve hasta finalizar el segundo triángulo.
Salí del agua, me quité el traje de goma y sus accesorios, lo metí todo en la bolsa, casco, gafas, zapatillas de bici (todavía no he aprendido a ponérmelas en marcha) y a por la rampa de parking que lleva a la carretera intentando no resbalar. Subo a mi bici vintage y me preparo para sufrir adelantamientos en masa. Alex y Yamil me alcanzan y me animan a acompañarles. Lo intento brevemente sin mucha fe y mi pulsómetro me disuade de intentar seguirles, van demasiado fuertes para mí. La primera vuelta por la carretera de Boí sigo intentando engancharme a algún grupo pero no me resulta posible, voy aproximadamente al ritmo de Roger. Pero al inicio de la segunda vuelta me adelantaron 5 personas y me vi capaz de seguirles la rueda. Me vino genial y completé las 3 vueltas con ellos. Al final de recorrido me relajé un poco para descansar las piernas en previsión de la carrera a pie que se aproximaba.
La segunda transición podría haber sido más fluida (lo anoto en el amplio listado de aspectos a mejorar), llego al campo de fútbol, dejo la bici, me pongo las bambas y a correr! En el km. 1 me empieza a doler la planta del pie derecho, una ampolla me que va a acompañar cariñosamente toda la carrera. También desde el inicio de la carrera me di cuenta de que me estaba meando locamente. Creí que podría llegar hasta la mitad de recorrido, pero el ruidito de río me obligó a parar en el km.2 a compensar presiones internas. A partir de ahí, rampas infernales y piedras por doquier, pero me encontraba bien, la pulsaciones controladas y ya empezaba a ver a los compañeros que estaban de vuelta y nos animábamos mutuamente. En el km. 5 me alcanzó Albert e hicimos prácticamente toda la bajada juntos hasta la línea de meta.
Mi objetivo era terminar y pensaba que tardaría unas 3 horas en hacerlo. Llegué a la meta en 2:35 y las sensaciones fueron muy buenas. Ya estoy pensando en el siguiente.
Al final va a resultar que esto de madrugar para lanzarse al agua y machacarse pedaleando y corriendo engancha… La naturaleza humana es un misterio.
PD: Gracias a todos por vuestros consejos, por prestarme vuestros pies en el agua y vuestras ruedas en la bicicleta! Espero poder daros algún relevo en un futuro no muy lejano.